“Escribe, siempre, incluso cuando no estés escribiendo”.
 
Cuando era niña, los sueños a futuro de Sandra Becerril eran tan grandes, que a los oídos de los otros parecían fantasía. Pero la fantasía era precisamente lo que la había cautivado, la que encontró en Tolkien con sus primeras lecturas.
 
Las letras y su capacidad de transformarse en personajes, historias, mundos… la enamoraron, por lo que comenzó a escribir a los diez años. A los diecisiete, escribió su primera novela, al estilo del mismo autor y con setecientas páginas. Cuando conoció el terror, tuvo su objetivo aún más claro, quería espantar con sus historias a través de la literatura y el cine. ¿Cómo hacerlo si no tenía quién la guiara, si le decían que no viviría de eso, que no lo lograría por ser mujer? Su amor por las letras y su interés por convertirse en una buena escritora, la llevaron a una búsqueda en la que logró adentrarse en el mundo editorial, en donde tuvo la oportunidad de conocer escritores, editores: y productores, que le brindaron grandes enseñanzas.
 
Su entrega, su disciplina y su mente, que no para de crear mundos, la llevaron a lograr su sueño, ahora es autora de treinta y tres novelas, ha hecho guiones para series de televisión y cine, ha recibido diversos premios internacionales y ha escrito con los grandes del terror de Hollywood.
 
En Sin miedo a las palabras Sandra nos comparte algunos consejos que recibió de artistas nacionales e internacionales como Ramón Córdoba, Carlo Angie Núñez, María Eugenia Merino, Mick Garris, Richard Christian Matheson, Alfredo Gurrola, Roberto Coria, Roberto E. Mer- cadillo, Ildikó Enyedi, Hernán Moyano, Ulises Castellanos, Angélica Gorodischer, Carlos Fuentes y Henry Bedwell, que la ayudaron a abrirse paso en el camino de tinta que eligió transitar y permanecer en él con el éxito de sus creaciones.
 
De escritor para escritores